
Bueno, me decidí a escribir; no se si es una necesidad, un deseo, una obligación, o solo una mera forma de inercia frente a la computadora.
Siempre me resultó más cómodo escribir en computadora, o cuando era chica en maquina de escribir. No me gustan las caligrafías, puede que sea porque no escribo bien o por el hecho de que hay una "ciencia" que estudia el perfil psicológico de una persona a través de esta; esto también deviene de que NO me gusta que me analicen. Yo se perfectamente quien soy, no necesito que otra persona me lo diga y mucho menos que lo sepa.
Después de ver que muchos de mis amigos/conocidos, porque seamos honestos, no soy la versión femenina de Roberto Carlos, no tengo un millón de amigos, pero puede que si un millón de conocidos, y entre ellos se encuentra la mayoría de los escritores, empezaron a subir sus escritos a Internet me dieron ganas de seguir por ese camino y empezar a poner parte de mi en este maravilloso mundo del ciberespacio.
Me gusta mucho leer los blogs de otras personas, más de mis conocidos, porque siento que eso me acerca un poco más a ellos, que me muestran algo más de lo que son. Puedo meterme en su mente por unos instantes y convivir con sus ideas. A veces coincido tanto con algunos pensamientos que me asusta (el solo hecho de pensar que hay alguien parecido a mi me exaspera, pero eso lo voy a explicar más adelante cuando hable de mi egocentrismo privado), y a veces discierno tanto que no me explico como me pueden agradar esas personas; pero es eso en realidad lo que más me atrae de esto, el poder comparar puntos de vista, tener los dos lados de la moneda, darse cuenta que otro piensa distinto a uno, que hay otras versiones, que no vivimos en la burbuja que nos venden desde chicos, que hay otra realidad, otro mundo.
Soy muy inconstante, lo admito, por eso a momentos deje de actualizar este blog, no porque no tenga nada nuevo para decir (o viejo dependiendo lo que decida subir) sino porque encuentre algo que llame mi atención un poco más, o porque tenga cosas más urgentes que hacer, o por el simple hecho que me olvide. Nunca suelo terminar lo que empiezo, y en este caso es algo bueno, porque eso implica que nunca voy a terminar de escribir, siempre voy a tener algo que decir!
Siempre me resultó más cómodo escribir en computadora, o cuando era chica en maquina de escribir. No me gustan las caligrafías, puede que sea porque no escribo bien o por el hecho de que hay una "ciencia" que estudia el perfil psicológico de una persona a través de esta; esto también deviene de que NO me gusta que me analicen. Yo se perfectamente quien soy, no necesito que otra persona me lo diga y mucho menos que lo sepa.
Después de ver que muchos de mis amigos/conocidos, porque seamos honestos, no soy la versión femenina de Roberto Carlos, no tengo un millón de amigos, pero puede que si un millón de conocidos, y entre ellos se encuentra la mayoría de los escritores, empezaron a subir sus escritos a Internet me dieron ganas de seguir por ese camino y empezar a poner parte de mi en este maravilloso mundo del ciberespacio.
Me gusta mucho leer los blogs de otras personas, más de mis conocidos, porque siento que eso me acerca un poco más a ellos, que me muestran algo más de lo que son. Puedo meterme en su mente por unos instantes y convivir con sus ideas. A veces coincido tanto con algunos pensamientos que me asusta (el solo hecho de pensar que hay alguien parecido a mi me exaspera, pero eso lo voy a explicar más adelante cuando hable de mi egocentrismo privado), y a veces discierno tanto que no me explico como me pueden agradar esas personas; pero es eso en realidad lo que más me atrae de esto, el poder comparar puntos de vista, tener los dos lados de la moneda, darse cuenta que otro piensa distinto a uno, que hay otras versiones, que no vivimos en la burbuja que nos venden desde chicos, que hay otra realidad, otro mundo.
Soy muy inconstante, lo admito, por eso a momentos deje de actualizar este blog, no porque no tenga nada nuevo para decir (o viejo dependiendo lo que decida subir) sino porque encuentre algo que llame mi atención un poco más, o porque tenga cosas más urgentes que hacer, o por el simple hecho que me olvide. Nunca suelo terminar lo que empiezo, y en este caso es algo bueno, porque eso implica que nunca voy a terminar de escribir, siempre voy a tener algo que decir!
Ilustra Mark Ryden (uno de los mejores pintores contemporaneos a mi parecer) - Rose

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